Podría empezar por un recuerdo mejor, hay muchos pero aquí empecé a sentir que muchas cosas debían cambiar en mi vida.
En el amanecer de un día cualquiera de invierno, viendo como despierta el mundo, la luz del sol se alza, los animales y los insectos salen de sus lugares de descanso o al menos, se dejan ver. En el despertar de ese día pensé en soledad. No intento ser poética, tan solo es extraño que pueda permitirme hacerlo y por eso lo menciono, "pensar en soledad".
Nos preocupamos innecesariamente, queremos ocuparnos de todo ya sea por obligación o por imposición propia. Al final todo sigue igual, nada mejora ni empeora, la vida es cíclica y lo único que está en nuestra mano cambiar, tan solo, es nuestra forma de aceptar todo lo que se nos ofrece, no de forma conformista, de forma tranquila y equilibrada.
El tiempo o ese "clic" en nuestra cabeza que pasa en un momento determinado, te muestran lo que se ha derrumbado en tu vida. ¿Vale la pena mantener en pie algo por lo que únicamente tú estás dispuesto a luchar?
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